Ricardo Arjona dio una mala noticia a sus seguidores. El cantante se retira de los escenarios debido a una enfermedad que lo aqueja desde hace varios años.
“Gracias por hacer tan fácil lo imposible. Pensé que no estaba para dar un paso la tarde de ayer y terminé haciendo una maratón en la pasarela improvisada más larga de mi vida”, empezó diciendo en su comunicado.
El pasado domingo 10 de diciembre el artista ofreció su último concierto del tour "Blanco y Negro", y antes de su show publicó un extenso mensaje donde explicó los motivos que lo estarían obligando a tomar esta decisión, que tienen detrás una cirugía a la que debe someterse y que había propuesto, bajo vigilancia médica.
“Casi como fue mi carrera desde un principio. Hoy, será el último concierto de BLANCO Y NEGRO. A todas las ciudades que tocó esta gira de 159 conciertos mi agradecimiento eterno. A los médicos que me pusieron de pie para poder terminar esta viaje posponiendo una cirugía inminente, muchas gracias”, dijo.
“Llevo conmigo 6 infiltraciones de columna en los últimos dos meses para poder permanecer de pie en esta despedida. Vengo de la Argentina querida, que me dio canciones en la calle y me regaló una gloria que no merecía, me despido en este Chile de tantas historias y afectos”.
Arjona aseguró: “Tendré que desaparecer para inventarme un motivo que sea más grande que este. Si no lo encuentro, prefiero no volver. La vida y la gente han sido inmensamente generosos con este guatemalteco de barrio, profesor de escuela pública, que por tocar la guitarra, agregarle unas palabras e intentar una melodía, logró un milagro que nunca sospechó”.
También habló de la hipocresía del medio: “No coincido con la industria. Soy demasiado de a pie para este viaje por las estrellas. Convirtieron al muchacho bohemio e irresponsable, en un tipo defensivo y aislado a fuerza de todos los palos que lleve cuando empezaba. Me gasté toda mi falsedad en mis primeros años de carrera para sobrevivir en este mundo de humo, y después de eso, solo le sonreí a los que me caían bien. Sigo pensando que sonreír sin ganas es malo para la salud y hay tanto de eso alrededor.
“Mi familia y mis amigos, son mi guarida y mi felicidad. No me falta nada, es más, me sobran tantas cosas. Para usted que hizo el esfuerzo de las filas, de los presupuestos, de las molestias para asistir a uno de mis conciertos, mi agradecimiento sincero. Me llamo Ricardo, los que me quieren me dicen SECO, y más feliz y pleno que nunca, aunque con un achaque que pronto será historia, les digo adiós y gracias, con todo el corazón”.